martes, 24 de diciembre de 2013

Un nuevo final, un nuevo comienzo.

Cada año pasa más deprisa, o por lo menos esa es la sensación que tengo yo cada vez que se acercan estas fechas. Parece que fue la pasada noche cuando me acosté después de la nochevieja de 2012 y al abrir los ojos me encuentro con que estamos a 24 de diciembre de 2013, ha sido como ese momento en el cierras los ojos al dormir y de repente suena el despertador después de ocho horas durmiendo cuando parece que solo han pasado unos minutos. Han pasado tantas cosas en este último año que va a acabar pronto, un año de cambios, de nuevas decisiones, algunas de las cuales pudieran parecer erróneas para determinadas personas, pero soy de los que piensan en eso que dicen de que mejor arrepentirse de lo que uno no ha hecho que de lo que hizo, porque al fin y al cabo, lo que realmente nos reconcome por dentro son aquellas decisiones que no llegamos a tomar, quizá por miedo, quizá por vergüenza, pero...¿y si el problema es que no nos hicimos la pregunta adecuada? Puede que nos cuestionemos lo contrario de lo que realmente nos queremos preguntar. Esto puede hacer que en un momento determinado tomemos el camino incorrecto, pero bueno, ahí está la magia del ser humano, siempre podemos hacer borrón y empezar de cero.

Mucha gente estará en estos días pensando en como empezar de cero; sus propósitos para 2014: dejar de fumar, ir al gimnasio, estudiar más.... Yo sinceramente pienso que una persona no debe hacer un propósito de un año para otro, si no uno cada vez que abra los ojos al despertarse, de intentar tomar las mejores decisiones a los retos y a las cuestiones con las que nos encontramos a lo largo del día, pero mi duda es:

¿Te estás haciendo la pregunta correcta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario