De todo se aprende

A veces las cosas no salen como nosotros las habíamos planeado con antelación. Una mala decisión, una duda, un error, son ese tipo de cosas que hacen que todo se nos vaya al traste. Pero ese no es el final de todo, llega un momento, después de que todas las luces se apagan en el que llega el momento de encender una pequeña vela, no alumbra igual que la luz de tu casa, pero te alumbrará hasta que llegue el momento en el que esa luz que llevabas tanto tiempo tiempo esperando aparezca en el horizonte para quedarse por siempre. Hasta que ese momento llegue, piensa en las cosas que hiciste mal en su momento, reflexiona e intenta mejorar. No prometo que el camino sea de color de rosas, habrá baches, habrá miles de obstáculos, pero el esfuerzo merecerá la pena, de eso puedes estar seguro.

Esto no el final viejo amigo, sino el principio de algo nuevo.

Días claros

Mes complicado Septiembre, difícil después de como empezó todo. Malas noticias, esas noticias que no esperas que lleguen, que te pillan de improviso, se fue..., se fue y no va a volver.

Al principio te duele, es cierto, pasan las semanas y sigues pensando en ella. Fue corto, pero en poco tiempo también puedes llegar a sentir muchas cosas, cosas que hacía tiempo que no sentías.

Pero no vale la pena seguir mirando al pasado, lo pasado se queda ahí, escondido, intentando hacerte recordar momentos felices o tristes, pero no debemos dejar que esas emociones puedan con nosotros. Llegan nuevas personas que conocer, personas que te pueden aportar muchas cosas, personas que pueden llegar a significar algo especial en tu vida, personas que pueden volver a hacerte sentir cosas.

Esas cosas que viviste, que deseas, que añoras, esas cosas que a veces nos hacen daño...pero sin las que no podrías vivir.

Se avecina un nuevo amanecer, nadie sabe si será claro o gris, nuevas experiencias, nuevas emociones, nuevos sinsabores, nuevos amores.

No busquemos los días claros, ellos vendrán solos,

“Hay una luz, viene hacia aquí... cógela al vuelo.”